Arquitectura agrícola
“En la primavera de 2007 comencé a tomar las primeras imágenes de los secaderos de tabaco que pueblan la Vega de Granada. Son arquitecturas basadas en unos elementos muy básicos que cumplen la función de ventilar las plantas de tabaco y protegerlas del exceso de viento, la lluvia o los rayos de sol. Su calidad estructural e incluso su interés formal varía en función de sus materiales y su antigüedad: de paja, cañas y madera los más antiguos, y, por tanto, rudimentarios, y de ladrillo, hormigón, uralita o metal los más modernos. Son especialmente bellos los construidos con tablones de madera, entre los cuales queda un espacio que transforma el conjunto en una celosía. La atmósfera que resulta en el interior de esas estructuras me remite a otros espacios de mi interés, como los recintos y los patios de la Alhambra, en los que se multiplican los efectos de luz, fruto del filtrado de la misma a través de estructuras que persiguen la transparencia. También sus techos invadidos por mocárabes y sus muros taladrados de estuco, ahora clareados por el paso del tiempo y la desaparición de su policromía aluden a esa liviandad que yo misma persigo en mi obra.
La belleza de las maderas desgastadas de esos secaderos, los despieces de sus fachadas geométricas, unas veces de una precisión impecable, y otras elaborados con rudeza, me han emocionado y conquistado cada vez que me he encontrado con ellos. Las arpilleras de plástico que protegen con delicadeza las plantas están últimamente en mi proyecto, y han inspirado obras anteriores como el Telón de cristal. Desde el Retablo y Sonata sin futuro, pinturas de grandes dimensiones cuya apariencia sugiere la de una valla, pasando por Los apóstoles, mi trabajo se desarrolla a partir de mis vivencias con esa arquitectura. Recientemente, la simple emulación se convierte en una evocación mucho más directa de esos espacios agrícolas, que reproduzco en papel, neopreno y metal, para jugar con las posibilidades expresivas que estos materiales me ofrecen.
Visito los secaderos con frecuencia y observo con preocupación su desaparición paulatina. He tomado imágenes de muchos que han dejado de existir. Mi intención con este libro es explicar la influencia que estas construcciones han tenido sobre mi trabajo, como desencadenantes del proceso creativo y como referentes más directos. Además, con este documento gráfico dejo constancia de un patrimonio cultural y artístico que no ha sabido conservarse.”
Soledad Sevilla, Barcelona, abril de 2014
“Aunque no siempre es fácil saber por qué, algunos objetos llaman a las puertas de nuestra sensibilidad, son capaces de conmover el sentimiento y de conducirnos a experiencias singulares que nos sustraen de la atonía de lo cotidiano. Cuando un artista, un verdadero artista, encuentra algunos de esos objetos, es posible que a partir de sus sensaciones sienta la necesidad de reflexionar sobre ellos y transformar sus pensamientos mediante las formas del arte. Este libro da cuenta de esto, porque en él se recoge el resultado de la impresión causada en Soledad Sevilla por unas estructuras, humildes pero poderosas, que llamaron su atención y en las que fijó su mirada en sucesivos paseos por la Vega granadina.”"Los secaderos de Soledad Sevilla", Esperanza Guillén.
“Lo primero que se hace evidente al observar la obra de Soledad Sevilla inspirada por los secaderos de tabaco de la Vega de Granada, ejemplo particularmente esencial de construcción agrícola, es la capacidad sugestiva de esta arquitectura vernácula, humilde, práctica y carente de firma.”Sobre "Arquitectura Agrícola" de Soledad Sevilla, Llàtzer Moix.
“Los trabajos en los que se basa el libro Arquitectura agrícola sobre los secaderos de tabaco de la Vega de Granada, son para mí una nueva inflexión en la obra de Soledad. Esta vez es la realidad la que está llamada a desaparecer, a permanecer solamente en nuestra memoria. Y ésta conciencia de efímero es lo que le hace ser objeto de reflexión artística. Soledad Sevilla a través de las imágenes, tanto fotográficas como pictóricas, nos recuerda que nada existe si no cuenta con la confirmación de la existencia que le otorga la imagen.”Sobre Soledad Sevilla, María de Corral.